Dr. Carlos Araya Leandro
Período: del 4 de mayo al 31 de diciembre del 2020.
El 12 de noviembre de 1969, en Pavones de Turrialba, nació Carlos Araya Leandro, en la casa de su abuela, Anita Montoya Aguilar, quien además era la partera de esa comunidad turrialbeña. Fue el sétimo de los ocho hijos de Juan José Araya Solano y de Teresa Leandro Montoya, quienes conformaban una familia sencilla que vivía de la agricultura.
Cursó sus estudios básicos en la Escuela Blas Solano Pérez, situada en Pavones de Turrialba, de la cual se graduó en 1981. Continuó su vida académica en el Colegio Clodomiro Picado Twight, de Turrialba centro, donde obtuvo el bachillerato de secundaria en 1986. Sobre su recorrido académico y origen rural, el Dr. Araya asegura sentirse eternamente agradecido con nuestro Estado Social de Derecho, muy particularmente con el sistema educativo que le ha permito a él, como a cientos de miles de costarricenses, acceder a educación de calidad y mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. En sus propias palabras: “son pocos los países de mundo en el que el hijo de un operador de un tractor agrícola y de una ama de casa puede llegar a cursar estudios universitarios”.
En 1987 comenzó con su carrera en Administración de Negocios en la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica, siempre en Turrialba. Desde su época como estudiante universitario empezó a destacar en cargos de responsabilidad, pues fue presidente de la Asociación de Estudiantes de Administración de Negocios, vicepresidente y tesorero de la Asociación de Estudiantes de la Sede del Atlántico, miembro del Consejo Superior Estudiantil, y representante ante la Asamblea y el Consejo de Sede del Atlántico. También fungió como miembro de la Asamblea Plebiscitaria, votando en las elecciones de la Rectoría de 1992.
Obtuvo su título de licenciatura en Administración de Negocios con énfasis en Contaduría Pública de la UCR en 1993. En 2001 se graduó de máster, con honores, en esta misma carrera. Finalmente, en 2010 alcanzó el doctorado en Economía, Control y Gestión de Entidades y Políticas Públicas, por la Universidad de Granada, España, con la distinción summa cum laude.
Contrajo nupcias con Ivannia Solano Ramírez, el 15 de octubre de 1999, quien actualmente labora como Asesora Regional de Orientación en el Ministerio de Educación Pública y también es docente en la Sede del Atlántico. De ese matrimonio surgió su hijo, Andrés Eduardo Araya Solano, quien cursa la secundaria en el Colegio del CATIE en Turrialba, y a quien heredó el gusto por las matemáticas.
En el campo profesional, el Dr. Araya inició su carrera docente en la Universidad de Costa Rica, en 1996, como profesor de las carreras de Contaduría Pública, Dirección de Empresas y de la maestría de Administración de Negocios. Además ha trabajado como auditor en entidades públicas y privadas.
El Dr. Araya ha trabajado como investigador principal y asociado en diversos proyectos de investigación. Además ha coordinado y colaborado en iniciativas de acción social. Tiene en su haber más de una veintena publicaciones en revistas científicas especializadas y ha participado en una gran cantidad de foros, seminarios, cursos y congresos, tanto a nivel nacional como internacional.
En 1997 empezó a desempeñar cargos de coordinador en diferentes instancias a lo interno de la Sede del Atlántico (Administración, Asuntos Internacionales, Docencia, entre otros) durante 15 años, hasta alcanzar la dirección de esa misma sede en 2012. No obstante su periodo fue muy corto como director, pues en ese mismo año, el exrector Henning Jensen le solicitó que fuera su vicerrector de Administración.
El Dr. Araya asumió ese puesto hasta el 3 de mayo de 2020, fecha en la que el Consejo Universitario lo nombró como rector de transición, ante la renuncia del Dr. Jensen para evitar un vacío de representación institucional en la Rectoría, y también debido a la imposibilidad de realizar elecciones en abril de este mismo año, a raíz de la pandemia ocasionada por el virus COVID-19.
Su breve administración se destacó por reducir al máximo la deserción estudiantil ante un contexto de fuerte crisis económica, asegurar la estabilidad financiera de la institución, buscar el consenso institucional para unir a la comunidad universitaria y promover la virtualidad como herramienta primaria para dar continuidad a las funciones institucionales.
Esta labor se extendió hasta el 31 de diciembre del 2020, fecha definida por el Consejo Universitario debido a la tardía realización de las elecciones por la Rectoría, el 20 de noviembre (primera ronda) y el 27 de noviembre (segunda ronda) de ese mismo año.