Rector explicó difícil situación socioeconómica en Lección Inaugural de Sede del Sur
Publicado: 2020-09-28
Araya fue claro en que el presupuesto universitario deberá ajustarse a la coyuntura económica que vive el país, aunque la Institución podrá continuar su funcionamiento con el FEES que aplicará para el 2020. Foto: archivo/ODI.
El Rector de la Universidad de Costa Rica, Carlos Araya, fue transparente al señalar el panorama negativo que se cierne sobre el país y, por lo tanto, también sobre las finanzas universitarias, al tiempo que explicó de manera detallada el futuro difícil que enfrenta Costa Rica debido a las consecuencias de la pandemia de COVID-19.
Esta es la principal conclusión de la Lección Inaugural del II Ciclo Lectivo 2020 de la Sede del Sur, denominada: “El financiamiento de la educación superior pública en el contexto mundial”, impartida por el Rector desde Golfito el jueves 24 de setiembre, la cual se emitió vía virtual por Facebook Live y Zoom.
Araya, quien también es experto en Políticas Públicas, comentó que existen varios indicadores económicos que muestran serios deterioros por los efectos de la recesión, todo producto de esta emergencia y que, a la postre, golpearían también los ingresos institucionales, sobre todo los provenientes del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) y la vinculación remunerada con el sector externo.
Uno de estos indicadores es el déficit fiscal, que el año pasado se ubicó en el 6,96% y para este año se espera que incluso pueda superar el 11% del Producto Interno Bruto (PIB). “Eso era un nivel de déficit impensable hasta hace poco tiempo. Tendremos como país que tomar decisiones en materia fiscal, que pasarán por reactivar la economía y aumentar los ingresos producto del cobro de impuestos. También pasa por el análisis riguroso del gasto, de la readecuación de la deuda pública y el combate a la evasión y elusión fiscal”, afirmó el Rector.
El crecimiento económico es otra de las variables que no permite ser optimistas: pese a que en los últimos años este indicador había superado el 3% en promedio, se espera que la economía nacional se contraiga un 5,3% (la mayor de las últimas décadas).
Esta coyuntura obliga al Estado a recurrir a la deuda para financiar sus erogaciones. Araya explicó que para este año se prevé que el nivel de deuda en relación con la producción alcance el 70% y para el 2021 podría ser de hasta un 80%.
Sobre el porcentaje de pobreza, este se ha mantenido alrededor del 20% desde inicios de la década de los años noventa, pese al crecimiento de la economía desde entonces. No obstante, con la actual crisis, el Rector reconoció que se espera un aumento importante. Datos de la Comisión Económica para América Latina la sitúan para el mes de julio anterior en alrededor del 25%; no obstante es probable que al finalizar el año alcance el 30% o más de la población, algo que no se veía desde la crisis de la década de los años 80.
El desempleo es otro factor que ya mostraba un comportamiento preocupante antes de la pandemia, pero que con este fenómeno ha crecido a niveles aún mayores. Desde finales de los años ochenta y hasta la crisis del 2008, el país tenía, en promedio, un 5% de personas desocupadas. Con la crisis mundial de ese año, esta cifra creció hasta alrededor del 10%. El año pasado subió hasta el 12% y ya para mediados del presente año alcanzó el 25%.
“Esto lo valoro como una verdadera catástrofe en el país, que en el corto plazo generará mayores niveles de pobreza. Más aún, si lo vemos por género, antes del inicio de la pandemia, el desempleo en mujeres era de un 5% más que en hombres. Sin embargo, para julio anterior, esa diferencia llegó a un 10%. Las más sacrificadas por la crisis han sido las mujeres”, lamentó Araya.
En cuanto al nivel de desigualdad según el índice de Gini, que calcula máxima desigualdad en 1 y mínima en 0, Costa Rica ha venido manteniendo un nivel cercano al 0,5, lejos de los relativos bajos niveles de equidad a fines de la década de los años 80, cuando este ratio era de 0,4. Todo ello, de nuevo, a pesar del crecimiento económico a lo largo de las últimas décadas, que no se ha visto reflejado en la disminución de la desigualdad y que podría agravarse con la actual crisis.
“Esto nos debería llevar a la reflexión sobre el tipo de reformas que se implementarán para enfrentar la pandemia. El crecimiento económico debe reflejarse en un país menores niveles de desigualdad, donde disminuya el número de personas en pobreza y pobreza extrema”, comentó el Rector.
Presupuesto universitario. Para el FEES del próximo año, el Ejecutivo acordó con CONARE que un 5% del monto total (unos 25 mil millones de colones) se depositará hasta que se gestione el Presupuesto Extraordinario, debido a la apretada situación fiscal.
“Entre becas estudiantiles y salarios, hay un 82% de recursos institucionales que no pueden disminuirse. El 5% de menos que tendremos a inicios de año saldrá de ese 18% restante. Por eso se restringirá de manera momentánea la inversión en equipamiento y recursos para el funcionamiento institucional. Cuando el gobierno incluya en un Presupuesto Extraordinario de la República los 25 mil millones de colones, podremos reasumir las inversiones que deberán posponerse”, comentó el jerarca.
Araya dejó claro, una vez más, que no habrá disminución el fondo de becas y que más bien se han tomado acciones para fortalecerlo. Además advirtió que para el próximo año no se prevé un aumento salarial base en vista de que el FEES no experimentará ningún crecimiento. De igual manera, las anualidades y las cesantías serán pagadas según lo indica la ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Finalmente, el Rector hizo un llamado a las autoridades nacionales y a la comunidad universitaria a fortalecer el Estado Social de Derecho, a fin de evitar que las inequidades sociales se profundicen y procurar que las próximas generaciones gocen de oportunidades similares a las que ha tenido hasta ahora el pueblo costarricense, de forma que se protejan a las clases menos favorecidas del país, sobre todo en salud y en educación.
“La idea es que nuestros hijos que tengan oportunidades como las que hemos tenido nosotros, quienes disfrutamos de un Estado que se ha regido bajo un principio de universalidad en el acceso a los servicios. Uno de los elementos más importantes de la discusión de la agenda pública nacional es el modelo de desarrollo que debe seguir el país”, sentenció.
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