Publicado: 2019-03-08

 

Hoy estamos llamados a reflexionar acerca de cuánto y cómo promovemos la equidad entre todas las personas que conforman nuestra comunidad universitaria, particularmente hacia las mujeres. A pesar de que es una reflexión que debemos hacer a diario (pues la equidad no se construye en un día), es necesario reconocer las luchas que nos han traído hasta aquí, y las que debemos seguir dando, para que todas las personas sean tratadas con igual dignidad.

 

En este Día Internacional de la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas centra esta conmemoración en las formas innovadoras en las que podemos abogar por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, en especial en las esferas relativas a los sistemas de protección social, el acceso a los servicios públicos y la infraestructura sostenible.

 

La inclusión real y efectiva de las niñas y las mujeres en la innovación y la tecnología es un objetivo aún pendiente a nivel mundial. Las mujeres están insuficientemente representada en la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y el diseño, lo cual impide desarrollar e influir en el desarrollo de innovaciones sensibles al género que permitan lograr beneficios transformadores para la sociedad.

 

En la academia conocemos bien este reto. Sabemos que estas instituciones están insertas en sociedades donde persisten importantes brechas de género, y que muchas de sus manifestaciones se reflejan en las propias comunidades universitarias. Sin embargo, debemos tomar una actitud desafiante y disruptiva ante esta realidad, pues el cambio debe promoverse por nuestro propio ejemplo. Celebramos que cada día tengamos a más jóvenes mujeres como parte de nuestra población estudiantil, de nuestro cuerpo docente y de investigación, pero reconocemos que esto no es suficiente para hablar de equidad de género. Aún hay camino por recorrer para detener la violencia simbólica, la diferenciación en la participación académica, la discriminación por motivo de género u orientación sexual, la indiferencia ante las necesidades de mujeres en la academia para su pleno desarrollo profesional, académico y personal.

 

Que este día sea un aliciente para recordarnos, una vez más, que el cambio no se construye en un día, ni mucho menos con solo conmemorar un día internacional. Empieza por nuestras actitudes, se consolida con nuestros actos y las transformaciones que realicemos, y permanece vigente con la vigilancia continua.

Dr. Henning Jensen Pennington
Rector, Universidad de Costa Rica
buzon.rectoria@ucr.ac.cr