Convención Colectiva de Trabajo de la UCR; un instrumento equilibrado y con enfoque humanista
Publicado: 2019-05-29
El lunes 5 de marzo de 2018 el Dr. Henning Jensen, rector de la UCR, y la Mag. Rosemary Gómez, secretaria general del SINDEU, firmaron el texto de la nueva Convención Colectiva de Trabajo.
El próximo 6 de junio se cumplirá un año desde que empezó a regir la nueva Convención Colectiva de Trabajo (CCT), suscrita el 5 de marzo de 2018 entre la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (SINDEU).
El documento, que regula las condiciones de trabajo de quienes laboran en esta institución, fue fruto de unas 80 sesiones de trabajo durante más de un año de negociaciones, desde que el rector Henning Jensen denunció la anterior CCT, el 14 de noviembre de 2016, ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Dicha CCT estaba vigente hasta el 2 de marzo de 2017. Por ello, mediante el acto de denuncia, las autoridades universitarias comunicaron al sindicato su intención de no renovarla sino de negociar algunos de sus artículos, con el fin de obtener una nueva convención más moderna y fortalecida, que incorporara aspectos relacionados con los derechos humanos y la equidad de género, y revisara otros de orden presupuestario y salarial. Discutido ampliamente por la comisión creada con representantes de la administración y el SINDEU, el nuevo texto finalmente fue homologado por el MTSS.
Doce meses después, las y los funcionarios de la Universidad de Costa Rica han gozado de importantes avances en el reconocimiento de sus derechos, al tiempo que la institución ha dado una respuesta positiva a la sociedad acorde con la apremiante situación financiera que atraviesa el país.
“El primer año de nuestra actual convención colectiva ha demostrado que haber modernizado este instrumento ha sido una de las mejores decisiones. No solo contamos hoy con un texto que evidencia la visión humanista de nuestra universidad en todas sus facetas, sino que además es un mecanismo solidario y equilibrado en cuanto a la gestión de su presupuesto”, expresó el rector Henning Jensen.
Para el primer gran objetivo de esta CCT –el reconocimiento de derechos–, Carlos Araya, vicerrector de Administración, señaló que los funcionarios han percibido los cambios de una manera positiva. “Hemos visto a personas muy agradecidas con la institución, pues han podido conciliar su vida laboral, personal y familiar en situaciones complejas, y eso le otorga un rostro más humano a la universidad”, comentó.
El vicerrector agregó que el proceso de negociación se adelantó a discusiones que, en la actualidad, ocupan la agenda nacional, como la licencia por paternidad.
La secretaria general del SINDEU, Rosemary Gómez, coincidió con esta percepción. “Hemos visto el beneplácito de los afiliados y toda la clase trabajadora universitaria, en cuanto a los beneficios establecidos. Ha sido una convención modelo para otras instancias en el país”, indicó.
En cuanto al segundo gran objetivo –la agilización de la instrucción de procesos administrativos en la Junta de Relaciones Laborales (JRL)–, si bien se creó el Órgano de Procedimiento de Instrucción (OPI), el proceso ha sido un poco más difícil de lo esperado.
“La puesta en funcionamiento del OPI es un gran avance, pues se le delega el proceso de instrucción y a la JRL el proceso de recomendación, pero aún falta camino. Es una materia muy jurídica, con un nivel importante de dificultad en la implementación, pero hemos ido limpiando asperezas”, señaló. Gómez añadió que, en efecto, se han realizado varias reuniones para que ambas instancias fueran discutidas como un todo, de modo que no haya dudas sobre sus funciones y que los casos efectivamente se agilicen.
El tercer gran objetivo, enfocado en el tema presupuestario y salarial, también ha tenido resultados satisfactorios. “El primer logro es que contuvimos el crecimiento en la relación de régimen de méritos sobre la masa salarial. Por ejemplo, mientras que en 2010 la anualidad representaba el 30,4 % de la conformación salarial, en el 2017 era un 37,7 %. Con esta CCT, en el 2018, se mesuró el crecimiento pues la anualidad pasa al 37,9 %”, explicó Araya.
Asimismo, agregó que el segundo aspecto positivo en esta materia es haber sustituido la negociación del incremento salarial por el costo de la vida, por una fórmula de sencilla aplicación. “No hay cabida de elementos de subjetividad. También nos hace pensar que cerraremos el 2018 con un reconocimiento salarial por este rubro prácticamente igual a la inflación. Este y otros ahorros que promueve la CCT permiten solventar situaciones presupuestarias difíciles, como los crecimientos reducidos que hemos tenido por las transferencias del Fondo Especial para la Educación Superior Pública (FEES)”, explicó.
Rememorando el intenso proceso de negociaciones de la CCT, el vicerrector Araya indicó que se trató de una oportunidad para escuchar diversas voces en la comunidad universitaria, con enfoques distintos, pero que coincidían en la necesidad de actualizar este instrumento y de convertirlo en una convención ejemplar para el país. “A un año de que se oficializara este instrumento, nos genera gran satisfacción el proceso que vivimos en la UCR, especialmente porque demostramos que dialogando podemos llegar a importantes acuerdos que, además, satisfacen a todas las partes”, agregó.
Caterina Elizondo Lucci
Periodista, Rectoría
caterina.elizondo@ucr.ac.cr