Nuevo edificio de Tecnologías en Salud unifica sus carreras y aporta equipamiento 'de punta'
Publicado: 2018-08-22
El edificio cuenta con un patio central que ofrece mayor ventilación e iluminación a la estructura, y permite también reducir el uso de aires acondicionados y luz artificial. Foto: Pablo Mora/Rectoría.
Salud Ambiental, Terapia Física, Imagenología Diagnóstica y Terapéutica, Histocitotecnología, Ortoprótesis y Ortopedia, y Audiología, son las seis carreras que desde el pasado viernes 17 de agosto tienen una única y nueva sede, que las reunirá y hará más sencilla la labor de docentes y estudiantes: se trata del edificio de Tecnologías en Salud, un inmueble de cinco niveles que se ubica en los linderos de Finca 1, frente al parqueo de la Facultad de Letras, y que reemplazará la antigua estructura situada en el mismo lugar.
Con un área de 3 mil metros cuadrados y un costo final aproximado de $3,3 millones, financiado con el préstamo adquirido por el país con el Banco Mundial, este edificio contará con las comodidades y la tecnología que requiere una estructura que alberga un equipamiento avanzado, propio de las carreras mencionadas.
La vicerrectora de Docencia, Dra. Marlen León, representó al Dr. Henning Jensen, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), en la inauguración del inmueble. Según sus palabras, este objetivo logrado por la escuela más nueva de la institución comenzó a forjarse desde 1969, cuando era apenas la sección de Tecnologías Médicas de la Facultad de Medicina.
“Durante muchos meses, cada pared levantada les acercó más a contar con su propio espacio para la docencia, la acción social y la investigación, y a tener un sitio adecuado para atender las necesidades de las diferentes carreras que ofrece esta unidad académica”, recordó la vicerrectora.
Un cambio que lleve hacia la excelencia es el aporte que espera el director de la Escuela de Tecnologías en Salud, Dr. Horacio Chamizo, del nuevo edificio, así como del moderno equipamiento que tendrá su unidad académica, en el que se invirtió una suma de $420 mil. Una sala de Terapia Física, construida y equipada hace poco, fue el único espacio de la estructura anterior que se preservó.
El Dr. Chamizo recordó que, por primera vez en los 15 años de historia de esta unidad académica, las cinco carreras que la conforman estarán reunidas en un solo lugar, lo cual evitará que deban buscar un espacio apropiado para impartir sus cursos académicos y de laboratorio por toda la universidad. Aseveró que nunca tuvieron un lugar tan adecuado para desarrollar sus funciones como el actual y espera que esto incida de manera positiva en el proceso de acreditación de tres de sus carreras.
“Por fin estamos integrados en una planta física. Eso facilita nuestra gestión, posibilitando un trabajo interdisciplinario y una mayor participación estudiantil. Ahora tenemos nuevos espacios académicos: los laboratorios de Hidroterapia, Biomecámica, el de Procesamiento de Imágenes Médicas, Salud Ambiental y Emergencias Médicas, así como la sala del Centro Asistencial de Terapia Física que se integra a este complejo. Todo esto posibilita una mejor atención de pacientes externos que vienen por nuestros servicios” comentó el director de Tecnologías en Salud.
Esta unidad académica además adquirió equipo de Imagenología Diagnóstica con el fin de analizar tomografías computarizadas. Destaca también la construcción de la piscina terapéutica para Hidroterapia, que cumple con las normas de la antropometría: cuenta con un elevador acuático que funciona con presión hidráulica, para que la persona baje al agua sin esfuerzo, y tiene también una caminadora, para estimular los músculos en un ambiente acuático.
Según el arquitecto a cargo de este proyecto, Alfonso Leandro, de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), los techos del edificio están dirigidos hacia cuatro bajantes que van a un tanque de captación, donde las aguas de lluvia serán utilizadas para las descargas de los inodoros.
“La iluminación de los pasillos es led, lo que da más eficiencia energética. Además trabaja con sensores de movimiento de personas, reduciendo así el consumo eléctrico. También, los parasoles en las fachadas permitirán disminuir el calor. De hecho, solo hay aire acondicionado en los laboratorios y en el área de cómputo”, comentó el arquitecto.
Aunado a lo anterior, las ventanas externas son del tipo evergreen, material que protege contra los rayos ultravioleta, dejando pasar solo la mayoría de rayos de luz visibles al ojo humano. Y como casi toda de la parte externa es de vidrio, se colocaron líneas serigráficas para evitar que los pájaros choquen contra la estructura. Leandro aseguró además el cumplimiento estricto de la normativa contra incendios en toda la estructura.
Pablo Mora Vargas
Periodista, Rectoría
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