Fuente de Cupido y el Cisne cumplió siglo y medio desde su instalación en el país

Publicado: 2018-10-31

 

 

La estructura de hierro fundido de esta obra de arte victoriana fue restaurada en 2015, con motivo del 75 aniversario de la fundación de la Universidad de Costa Rica. Foto: Archivo.

Hace 150 años, un pequeño niño de hierro fundido llegó a Puntarenas desde el lejano Reino Unido, aferrado al cuello de un cisne que, con sus alas extendidas, parecía abrazar una tierra en aquel entonces llena de campesinos cafetaleros que soñaban con progreso y avances.

Aquella hermosa efigie, y la pesada estructura que la complementaba, fue transportada en carretas haladas por bueyes desde el litoral pacífico hasta la meseta central del país, donde se colocó finalmente en el parque central de la capital. El objetivo: engalanar un sitio privilegiado para la interacción social de mediados de siglo XIX y simbolizar la instalación de la – entonces – nueva red de cañería de agua potable y de desecho, todo un avance en la San José de 1868.

Casi un siglo después, al fundarse la Universidad de Costa Rica (UCR) en agosto de 1940, la institución hizo la solicitud de trasladar la Fuente de Cupido y el Cisne – en ese momento ya histórica – con el fin de embellecer el entorno del primer edificio en el que la institución desarrolló sus funciones, situado en el barrio josefino González Lahmann, donde hoy se encuentra la Corte Suprema de Justicia.

Así se resume la historia antes de que esa obra de arte llegara a formar parte de nuestro entorno. Desde entonces, cuando la UCR se mudó a Montes de Oca, donde se sitúa hoy el campus de la Sede Rodrigo Facio, hizo trasladar también a la fuente, que se ubicó primero en la Escuela de Agronomía. Para la década de los setenta del siglo pasado, fue finalmente movida al sitio donde se encuentra en la actualidad: frente a la Biblioteca Carlos Monge.

Hoy, la figura de la Fuente de Cupido y el Cisne se ha convertido en todo un símbolo universitario, pues aparece embelleciendo la medalla conmemorativa que creó la institución para celebrar su 75 aniversario y el matasellos que se confeccionó, en conjunto con Correos de Costa Rica, para esa misma ocasión.

La historiadora Patricia Fumero asegura que solo hay cinco fuentes de Cupido y el Cisne en el planeta y que este hecho da una mayor importancia a la nuestra.

“Además de ser un ícono dentro de la UCR, a nivel mundial es un referente. De hecho, el Museo Londinense solo tenía catalogadas a cuatro fuentes de Cupido y el Cisne, hasta que nosotros hicimos notar que en Costa Rica teníamos una más. Es una gran oportunidad para que quienes estudian el período victoriano, vengan a visitarla como una pieza de análisis. Es considerada patrimonio en el país pero también a escala global”, comentó Fumero.

Para conmemorar toda esta historia, el Archivo Universitario Rafael Obregón Loría (AUROL) preparó una exposición relativa a los anales de la Fuente de Cupido del Cisne en la Sala Multiuso de la Facultad de Estudios Generales, que está abierta hasta este miércoles 31 de octubre a mediodía. En ella se explica la historia del arribo de la de la estructura a costas costarricenses y su traslado hasta San José.

La jefa del AUROL, Nuria Gutiérrez, destacó el interés que ha despertado esta exposición entre los estudiantes, quienes redescubrieron el valor de la fuente. Es además un símbolo destacado para la institución, debido a que recibe a los visitantes que acceden a la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio por la entrada de la antigua Facultad de Ingeniería.

“Es un símbolo de la universidad en sus diferentes momentos históricos. Es importante destacar que la UCR acogió la fuente en un momento en que las autoridades querían desecharla del Parque Central de San José. Por varios años la institución fue el único resguardo de cultura en el país y la fuente es justamente un símbolo de los muchos aportes culturales que genera esta casa de estudios superiores. Este patrimonio refuerza la identidad universitaria”, expresó Gutiérrez.

En 2015, la fuente fue objeto de restauración para conmemorar el 75 aniversario de la UCR. Este consistió en una serie de reparaciones y la colocación de una pintura negra especial para preservar el hierro que la compone.

Pablo Mora Vargas
Periodista, Rectoría
prensa.rectoria@ucr.ac.cr


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