Publicado: 2017-01-26

La discusión en torno a la sostenibilidad del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) llegó al ámbito universitario este miércoles 25 de enero, con una exposición de varias consideraciones halladas por la Escuela de Matemática de la Universidad de Costa Rica (UCR) sobre este sistema.

El estudio, contratado por la CCSS y con corte al 31 de diciembre de 2015, analiza la situación vigente del régimen y presenta una evaluación actuarial usando varios escenarios con diferentes ajustes al perfil de beneficios, requisitos y primas.

A la luz de la reciente decisión de la Junta Directiva de la CCSS de elevar la cotización de los trabajadores del régimen en un punto porcentual, y con el fin de proveer insumos para la opinión pública sobre este tema de trascendencia para el bienestar de la población del país, la Rectoría y la Escuela de Matemática abrieron un espacio para explicar el alcance del estudio y atender las preguntas del público. La audiencia contó con miembros de la prensa, la comunidad universitaria y representantes de instituciones públicas. Asimismo, Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS, brindó algunas palabras al final del encuentro.

Principales hallazgos

El informe, elaborado por los actuarios Alexander Ramírez, Luis Barboza y Rodrigo Arias, menciona que el seguro IVM se encuentra en un proceso de transición demográfica y financiera. La caída de las tasas de natalidad, la mayor longevidad de la población y las limitaciones para continuar creciendo en cobertura son los principales obstáculos para lograr la sostenibilidad de este régimen a largo plazo.

Otros hallazgos apuntan hacia debilidades en la gestión administrativa del régimen, principalmente el bajo nivel ejecutivo del Comité de Riesgos de esta institución.

Según explicaron los expertos, la situación financiera y actuarial del IVM es complicada, pues cuenta con suficiencia financiera por alrededor de 14 años más.

“Con los cambios demográficos que vivimos, que resultan en menos personas jóvenes económicamente activas por cada adulto mayor, los ingresos del régimen son insuficientes para hacer frente a los gastos futuros. Si no se cambia el sistema de beneficios y requisitos actual, se presentaría un déficit de operación para el 2022-2028 y la reserva se agotaría entre el 2027 y el 2034”, mencionó Ramírez.

De acuerdo con datos de la CCSS, el IVM cuenta actualmente con 1.505.792 cotizantes (63,3% de la masa trabajadora). Al mes de setiembre, la institución contaba con 51.400 personas pensionadas por invalidez, 115.135 por vejez y 59.449 por muerte; es decir, 225.984 beneficiarios.

En palabras de Ramírez, mantener el régimen invariable implicaría que las cuotas sobre los salarios rondarían el 30% en el largo plazo. Sin embargo, este nivel de cuotas no es socialmente aceptable. Actualmente, esta cuota es del 8,5% sobre el salario.

Frente a estos panoramas, los expertos evaluaron varios escenarios que las autoridades de la CCSS deberán analizar para dotar al régimen de equilibrio financiero y actuarial en el mediano y largo plazo.

Las dos opciones de reforma que fueron recomendadas para estos efectos proponen costos sobre los salarios de 33,6% y 36,5% respectivamente, así como un plan de primas escalonadas que corresponden a 21,8% y 20,6%, respectivamente. Ambas contemplan una edad mínima de retiro a los 65 años.

Entre las varias recomendaciones que los expertos brindaron, se encuentran que el Estado tenga mayor participación en la prima sobre los salarios o ingresos, principalmente en el sector no asalariado y convenios, así como una mayor cobertura en el sector de servicio doméstico.

Acceda al resumen ejecutivo del estudio en este enlace.

Caterina Elizondo Lucci
Periodista, Rectoría
caterina.elizondo@ucr.ac.cr