Mensaje de Fin de Año
Dr. Henning Jensen Pennington, Rector, Universidad de Costa Rica
buzon.rectoria@ucr.ac.cr
Publicado: 2017-12-06
Terminamos este 2017 con un crisol de emociones y sentimientos encontrados: por un lado, el año que concluye ha sido rico en aportes sociales en la docencia, acción social e investigación, por parte de todos los sectores universitarios, frutos que, sin duda, nuestro país celebra. Desde las graduaciones de los humildes y valerosos jóvenes indígenas que obtuvieron su título en la Sede del Atlántico, pasando por el aporte invaluable de la Brigada de Atención Psicosocial en la cobertura de las consecuencias sufridas por Costa Rica tras la tormenta tropical Nate y otras muchas misiones, tanto dentro como fuera del país; y concluyendo por los cientos de graduados y graduadas que egresaron los últimos meses para aportar a la sociedad con conocimiento, dedicación, humanismo y mística.
Pero nuestra institución tuvo también momentos duros, que han puesto a prueba nuestra unión y búsqueda del bien común. Los lamentables casos de jóvenes que fueron agredidas a lo interno del campus, el ominoso asesinato de nuestros estudiantes en Liberia a inicios de año, y otras situaciones de violencia, nos han llevado a pensar que la Universidad de Costa Rica debe hacer mayores esfuerzos para, como faro humanístico, dar luz a las zonas más oscuras de la sociedad.
Ante estas acciones, fueron muchas las reflexiones que hicimos como institución en este 2017: Año de la Vida, el Diálogo y la Paz, decretado así por el Consejo Nacional de Rectores, justamente para valorar una cultura donde prime la comunicación como principal vía para la resolución de conflictos.
La institución enfrenta el tercer proceso constructivo más importante de su historia durante el año que culmina, y aunque sabemos que ello provocó muchas limitaciones, también estamos seguros que en el 2018 podremos aprovechar los frutos del esfuerzo de tantos edificios construyéndose simultáneamente en nuestros campus, que impactarán en la docencia, investigación y acción social.
Enfocamos nuestros esfuerzos para fortalecer la regionalización. Somos conscientes de que, a través de las sedes, importantes zonas del país han adquirido un desarrollo vertiginoso en las diferentes ramas del conocimiento, gracias a nuestras alianzas hechas con municipalidades y sectores productivos.
El 2017 ha sido un año preelectoral y el país atraviesa una encrucijada no evidenciada en otras décadas. Nuestros profesionales se han abocado a desarrollar proyectos e investigar sobre lo que ocurre en la sociedad costarricense de cara a los comicios presidenciales del 4 de febrero de 2018. Nuestra Universidad conoce que el resguardo de la institucionalidad democrática es básico y fundamental para mantener la paz y el equilibrio social.
Durante este año la Comisión Negociadora de la Convención Colectiva, compuesta por representantes de la Administración y el Sindicato de Empleados de esta universidad – Sindeu, realizó múltiples reuniones de negociación. A lo largo del proceso de negociación de la Convención Colectiva, he reiterado que la Administración universitaria quiere y requiere una convención colectiva, moderna, humanista, basada en un enfoque de derechos, inclusiva y que reconozca los nuevos derechos que la ciudadanía ha ido forjando en las últimas décadas. Mantenemos la confianza de llegar a un acuerdo entre las partes, por ello acordamos prorrogar la negociación por una última vez hasta el 16 de febrero de 2018.
Actualmente nuestra universidad es una institución floreciente que goza ahora de un prestigio internacional como nunca antes en su historia. Las relevantes posiciones de la UCR en el ranking representan un reconocimiento para la Institución, lo que es reflejo de un mejoramiento continuo en la calidad de la enseñanza e investigación científica en este centro de educación superior costarricense.
Nuestro futuro como institución se ve esperanzador, así como retador y dependerá de todos y cada uno de nosotros y nosotras, funcionarios de esta institución y estudiantes que podamos enfrentarlos con fortaleza y entusiasmo. No debemos perder el ánimo y la ilusión de sacar adelante nuestros proyectos personales e institucionales. Con buena disposición beneficiamos nuestro caminar hacia las metas que nos hemos trazado y, de paso, contribuimos a que esta benemérita institución siga siendo el baluarte social que la ha caracterizado durante los últimos 77 años.
Les envío un afectuoso saludo de Feliz Navidad y Año Nuevo 2018 y espero que, en enero próximo, volvamos con la energía y el entusiasmo necesarios para hacer frente a otros 12 meses en los que engrandeceremos aún más el nombre de nuestra Institución.