Publicado: 2017-10-09

La tormenta tropical Nate, cuya influencia produjo intensas lluvias en días recientes, también perjudicó a muchos miembros de la comunidad de la Universidad de Costa Rica (UCR), así como algunas de sus instalaciones en sedes y recintos.

Los efectos de este fenómeno climático alcanzaron con particular intensidad las sedes de Guanacaste y de Occidente, en donde se reportaron instalaciones inundadas y pérdida de equipo y materiales.

“Nuestro principal mensaje es de condolencias y de solidaridad hacia aquellas familias que perdieron a seres queridos como producto de esta tragedia, así como a todas aquellas que sufrieron pérdidas parciales o totales debido a los estragos de la tormenta”, expresó el Dr. Henning Jensen, Rector de la UCR.

En palabras del Rector, mañana martes él y un grupo de funcionarios visitará la Sede de Guanacaste y el Recinto de Liberia, con el fin de acompañar a los miembros de la comunidad universitaria y valorar los apoyos más urgentes en la restauración de estos espacios.

Una de las acciones comunes en cada sede universitaria en los primeros días de la emergencia fue el contacto con estudiantes y funcionarios que viven en las zonas más afectadas por las lluvias, para conocer su estado de salud y las condiciones de sus familiares. De la misma manera, se activaron las redes de comunicación con asociaciones de estudiantes y coordinaciones de carreras y de residencias estudiantiles. Las sedes, además, hicieron una inspección preliminar de sus instalaciones con el fin de conocer daños de gravedad.

“Desde la declaratoria de alerta roja se determinaron acciones en función de llegada de posibles personas afectadas, un plan para atender a las familias, y la recolección de víveres” explicó el Dr. Razziel Acevedo, director de la Sede de Guanacaste. “Conocimos que por lo menos hay 62 estudiantes afectados, algunos de ellos con pérdida total de sus viviendas. Parte de esta población se encuentra actualmente en albergues o reubicados con otras familias”, agregó.

Gracias a las colectas realizadas desde la Sede, se pudo hacer una primera distribución de donativos a estudiantes provenientes de La Cruz, Cuajiniquil, El Coco, Sardinal, Paso Tempisque y alrededores, así como a Cañas, Bebedero, Bagaces y Barrio el Capulín.

En relación con la infraestructura, la Sede de Guanacaste reportó averías en los techos de los laboratorios de Química, Física, Biología e Ingeniería Eléctrica, así como daño en mobiliario y pérdida de reactivos. En palabras de Acevedo, también se vieron afectados los consultorios jurídicos, los consultorios de psicología, la asociación de estudiantes, la oficina de Seccional del SINDEU y la oficina de Cursos de Extensión de Idiomas, pues sufrieron inundaciones y pérdida en equipos de cómputo, mobiliario, archivo y equipo audiovisual, entre otros.

Por otra parte, el M.Sc. Rigoberto Tablada, coordinador del Recinto de Santa Cruz, indicó que funcionarios del recinto y de la Finca Experimental de Santa Cruz fueron a buscar y sacar personas de las zonas inundadas en las cercanías. “Utilizaron el tractor, dado que no se podía acceder por ningún otro medio y llevaban más de 12 horas sin agua, alimentos y luz”, expresó el coordinador.

En sus palabras, la infraestructura del recinto no reportó mayores daños, y por lo tanto uno de sus edificios pudo ser utilizado por el Comité de Emergencias de Santa Cruz para albergar a 45 personas de la vecina comunidad de Barrio Limón.

Desde la Sede de Occidente, ubicada en San Ramón de Alajuela, vehículos institucionales fueron puestos a disposición para trasladar a 63 personas damnificadas al albergue de La Pastoral, en coordinación con la Comisión Cantonal de Gestión del Riesgo. De acuerdo con su directora, la Licda. Roxana Salazar, se consultó por el estado de salud de los estudiantes y sus familiares, y se constató que algunos de ellos sufrieron inundaciones en sus viviendas. Quienes viven en Nosara y en Coto Brus, indicó, están bien, aunque estuvieron unas horas incomunicados.

“En una visita preliminar a la sede, se constató que se inundaron el comedor y el gimnasio, y que cayeron algunos árboles. Asimismo, el Laguito aumentó su caudal y hubo socavamiento de alcantarillas”, explicó la directora.

Reportes positivos

En Tacares, donde se ubica el Recinto de Grecia, no se reportaron incidentes. De la misma manera, la Sede del Caribe (en Limón), la Sede del Pacífico (en Puntarenas) y la Sede del Atlántico (en Turrialba, con sus correspondientes recintos de Guápiles y Paraíso) revelaron una situación positiva, en tanto no hubo mayor impacto de la tormenta.

Además, la coordinadora del Recinto de Golfito, Mag. Georgina Morera, explicó que personal docente y administrativo se sumó al Comité Local de Emergencias para colaborar con giras a la comunidad y expediciones a zonas de riesgo para valorar amenazas de deslizamientos. Tampoco en este recinto se reportaron daños en las instalaciones ni estudiantes afectados, pero se realizaron colectas para colaborar con familias afectadas de funcionarios y de comunidades con las que el recinto ha colaborado.

De acuerdo con el Ing. Jeffrey Dimarco, jefe de la Oficina de Servicios Generales, la Sede Rodrigo Facio no presentó ningún problema, salvo algunas filtraciones en la Facultad de Ciencias Sociales que serán valoradas por su empresa constructora.

Caterina Elizondo Lucci
Periodista, Rectoría
caterina.elizondo@ucr.ac.cr