Publicado: 2017-11-15

Los últimos 12 meses fueron prolíficos de eventos naturales con características destructivas y crisis de violencia social, tanto en el país como a lo interno de la Universidad de Costa Rica: desde los efectos del huracán Otto, a finales de noviembre del año pasado; pasando por los lamentables asesinatos en Liberia de los cinco estudiantes, en enero de este año; los deslaves en Los Guido de Desamparados, en agosto; varios intentos de suicidio; y la atención a las víctimas de la tormenta tropical Nate, a inicios de octubre.

Debido a todo lo anterior, la Brigada de Atención Psicosocial de la Universidad de Costa Rica (UCR) tuvo días intensos que no se limitaron solo a la atención de esos desastres o emergencias: incluso llegó a dar apoyo y asesoría a varias universidades mexicanas, tras los terremotos ocurridos en setiembre de este año y que provocaron serios daños, principalmente en Ciudad de México.

La Brigada de Atención Psicosocial es una unidad de apoyo de la Escuela de Psicología, que ofrece atención psicosocial a personas afectadas por una emergencia o evento natural, con el apoyo de un equipo multidisciplinario, en estrecha vinculación con la Comisión Nacional de Emergencias, la cual activa esta instancia por medio del Comité Asesor Técnico Psicosocial de la UCR cuando ocurre un desastre donde intervienen factores naturales.

Una vez en el terreno de trabajo, los brigadistas se encargan de llevar apoyo y acompañamiento a quienes sufren daños naturales o situaciones de crisis. El equipo está conformado por un grupo de profesionales provenientes de Geología, Geografía, Medicina, Enfermería, Salud Pública y Psicología, además de personeros de la Red Sismológica Nacional.

Según el coordinador operativo de la brigada, Marco Carranza, también docente de la Escuela de Psicología, todos estos eventos dejaron un gran aprendizaje, sobre todo en el trabajo y el diálogo con las poblaciones afectadas por los desastres y las crisis.

“Nos quedamos muy sorprendidos de la fuerza y la emotividad con las que las comunidades asumieron diferentes situaciones. Por más que el equipo se active rápido, muchas veces estas personas ya han afrontado las peores consecuencias cuando llegamos. Y eso está bien, porque les permite ser más eficientes”, destaca Carranza.

Los esfuerzos de la brigada se mantienen hoy en los lugares afectados por el huracán Otto, a casi un año de su paso por la zona norte del país, y continúan con un intenso trabajo con las comunidades afectadas por la tormenta tropical Nate. Los brigadistas aprovechan esas visitas para seguir con la atención de los familiares de los estudiantes que fueron asesinados en Liberia, pues ellos eran oriundos de Upala.

El lapso que abarca los últimos meses de 2016 y lo que va de 2017 ha legado retos para el personal de la brigada. Su posicionamiento como grupo de atención psicosocial y las diversas capacitaciones que ofrecieron, hicieron que su agenda se llenara de actividades y responsabilidades que debieron asumir con atención y esmero. No obstante, la intención de mejorar les ha llevado a plantear la necesidad de acreditarse.

“Estamos gestando la acreditación del proyecto, para que tenga contundencia nacional e internacional. Primero lo estamos haciendo a nivel interno, para que el proceso sea respaldado antes que nada por la UCR, y luego a nivel externo con, por ejemplo, el Ministerio de Salud, tiene una política de salud mental y se encuentra generando una  norma específica para los procesos de atención psicosocial en situaciones de desastre. A nivel internacional, nos planteamos la acreditación de la mano de la Red Latinoamericana de Psicología de Atención de Emergencias y Desastres, que concentra un importante grupo de especialistas en el ramo”, comentó el coordinador operativo de la brigada.

Para el rector, Dr. Henning Jensen, la brigada presta un servicio que va más allá del simple asistencialismo: “hablamos de un grupo transdisciplinario que acude dondequiera que se le necesite y no cesa su actividad hasta que exista un equilibrio psicológico – social. La brigada es un orgullo para nuestra institución y una muestra más de cómo la docencia y la investigación se proyectan a la acción social”.

La directora de la Escuela de Psicología, M.Sc. Teresita Ramellini, enfatizó además los procesos de sensibilización y capacitación realizados por los brigadistas al personal de otras instituciones públicas, a fin de legarles la capacidad de enfrentar situaciones de emergencia y desastres.

Todo este esfuerzo valió para que el pasado 20 de octubre, la Defensoría de Los Habitantes y el Consejo Nacional de Rectores otorgaran a la brigada el Premio al mejoramiento de la calidad de vida 2017, en la categoría de entidad pública.

Para contactar a la Brigada de Atención Psicosocial, puede hacerlo por medio del teléfono 25116455 o al correo brigadapsicosocial.ep@ucr.ac.cr. Su oficina está ubicada 100 metros este y 80 sur del Edificio Saprissa, en San Pedro.

Pablo Mora Vargas
Periodista, Rectoría
pablo.moravargas@ucr.ac.cr