Publicado: 2016-01-20

Al menos ¢1 255 millones destinará la administración de la UCR en el proyecto de remodelación y ampliación de la planta física de la Escuela de Artes Plásticas (EAP), para atender los problemas en infraestructura que presenta la instalación de esta unidad académica.

Ese monto incluye la construcción de un edificio de tres pisos para el área de talleres, de 2 176 metros cuadrados. Contará con nuevos talleres de cerámica y escultura, vestíbulos, pasillos, galerías, patio de maniobras para vehículos de servicio, un elevador, escaleras, servicios sanitarios, vestidores y otros espacios.

El nuevo inmueble contempla también la construcción de una planta para el tratamiento de aguas especiales y la remodelación eléctrica de un sector del ala sur del edificio.

Según explica el arquitecto Juan Francisco Rojas, de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), este proyecto está identificado como un edificio de “carácter industrial”, lo cual exige el aislamiento acústico de otras áreas de la escuela y de los inmuebles vecinos.

En junio del 2015, la EAP entregó a la OEPI el documento Programa de Necesidades que contenía los problemas en infraestructura detectados en cada espacio de esta escuela, que fue analizado con los coordinadores de diferentes cátedras y secciones de esta escuela.

Finalmente, en octubre, la OEPI presentó un informe a la Rectoría (oficio OEPI-1704-2015) sobre la visita técnica hecha por sus ingenieros y arquitectos a ese edificio, en coordinación con la Vicerrectoría de Administración, con el fin de valorar las reparaciones necesarias, tras una orden sanitaria emitida por el Ministerio de Salud en abril del año pasado.

Durante esta revisión se encontraron daños principalmente en el sistema eléctrico, entre los que destacan la falta de mantenimiento en el cuarto de tableros y en la instalación eléctrica en general, la inexistencia en muchas áreas de un sistema de alarma contra incendios, así como de rotulación luminosa en las salidas de emergencia y el uso de fluorescentes de baja eficiencia que generan mayor consumo eléctrico y son más contaminantes.

Algunos de estos daños están en proceso de reparación por la Oficina de Servicios Generales (OSG). De acuerdo con esta instancia, se demarcaron los pasillos de circulación primaria y secundaria, las diferencias en el nivel de piso ya están señalizadas con el fin de prevenir accidentes y se espera la instalación de un alumbrado de emergencia, cuyo plan debe diseñar la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) y estará listo a finales de este mes.

Según el Ing. Héctor Hernández, jefe de la Sección de Mantenimiento y Construcción de la OSG, las dos puertas para las salidas de emergencia en el aula de danza y el laboratorio de papel están casi finalizadas. También se ampliaron las canoas en el patio central y se impermeabilizó una loza con problemas de filtración de agua, todo ello para evitar inundaciones a lo interno del inmueble. Las otras intervenciones mayores las realiza la OEPI.

El mismo informe de la OEPI detalla que el edificio actual de la EAP no presenta daños estructurales y está en buenas condiciones: los muros, vigas y losas de concreto cumplen con el Código Sísmico de Costa Rica, actualizado en el 2010.

Pero estos no son los únicos trabajos hechos en la EAP: está en proceso la construcción de un nuevo Taller de Fundición de Metales, con un área de casi 130 metros cuadrados y con un costo estimado en 150 millones de colones. Se instalará además un horno de fundición, que limitará la emisión de vapores peligrosos.

Pablo Mora V.
Periodista, Rectoría
pmora@rectoria.ucr.ac.cr