Publicado: 2016-03-09

Los convenios firmados por el Laboratorio Clínico de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) con entidades como el Instituto Nacional de Seguros (INS), donde brinda soporte al Banco de Sangre del Hospital del Trauma, le permiten ofrecer servicios gratuitos y con una calidad única en el país a la comunidad universitaria.

Solo el año pasado, el Laboratorio Clínico percibió en venta de servicios un total de ¢1500 millones. Este monto le posibilitó financiar los 79 210 exámenes clínicos solicitados por la OBS durante el año pasado para 8202 funcionarios y estudiantes, con un monto que superó los ¢112 millones.

El brindar exámenes de sangre, orina, heces y otros de forma gratuita o a un bajo costo representa un ahorro importante para la comunidad universitaria, más si se toma en cuenta que el Laboratorio Clínico está acreditado con la norma ISO 15189, que es específica para certificar a estos laboratorios en aspectos como calidad, gestión y seguridad del paciente.

“La gente da por entendido que los servicios de salud son de alta calidad, o difícilmente se cuestiona si los resultados son reales o si los equipos con los que se hicieron sus análisis tienen algún control. Quienes saben que tenemos más de 2500 programas entre laboratorios de varios países y que somos evaluados en nuestra calidad de forma constante, valoran el servicio que damos. Pero claro, quisiéramos que más personas conocieran la calidad de nuestro servicio interno y que los funcionarios no inviertan en exámenes de laboratorios externos de calidad desconocida”, señaló el Dr. Mauro Barrantes, microbiólogo y director del Laboratorio Clínico.

Cran parte de esa inversión proviene del convenio con el Banco de Sangre del Hospital del Trauma del INS. Este se originó en el 2007, cuando la UCR y el INS establecieron un acuerdo para realizar análisis básicos en un laboratorio pequeño en el INS. Pero con la apertura del Hospital del Trauma, hace dos años, el reto fue mayor.

“Ya un hospital con cirugías, cuidados intensivos, sala de quemados, sala de shock, emergencias… implicaba una complejidad mayor. Había que aumentar el horario: pasamos de trabajar solo 8 horas a 24 horas, todos los días del año y había que cubrir los servicios con la misma calidad que lo hacíamos antes”, indicó el Dr. Barrantes.

Al mismo tiempo que se suscribió el acuerdo con el INS, se creó el proyecto de Servicios de Laboratorio para la Comunidad, el cual permite a personas externas a la universidad realizarse exámenes clínicos al precio mínimo que estipula el Colegio de Microbiólogos, pero con un nivel de calidad casi único en el país.

“Al cerrar el PAIS (Programa de Atención Integral en Salud), nuestros usuarios quedaron con la necesidad de realizarse exámenes especializados enviados por médicos externos o traer personas de afuera de la UCR. Entonces creamos este programa para que cualquier persona pueda beneficiarse de estos precios mínimos y con el trabajo que nos certifica”, subrayó el Dr. Barrantes.

Pero los aportes del laboratorio van más allá de ahorrar dinero a la comunidad universitaria o a los vecinos. Solo en el 2015, transfirió mil millones de colones para la construcción del nuevo edificio de la OBS, así como más de ¢355 millones para el Fondo de Desarrollo Institucional; casi ¢75 millones a FUNDEVI por servicios de gastos financieros y ¢35,4 millones al desarrollo del Sistema de Expediente Electrónico de la OBS.

El director del Laboratorio Clínico explicó que parte del dinero recaudado por el vínculo externo sirve para financiar proyectos de investigación y de acción social de la institución. Esto significa que, por cada vez que un estudiante o funcionario debe pagar por algún examen especializado, de alguna manera ese costo se retribuye para su beneficio y el del país.

Pablo Mora Vargas
Periodista, Rectoría
pablo.moravargas@ucr.ac.cr