UCR vela por su sostenibilidad financiera
Pablo Mora Vargas, Periodista, Rectoría
pablo.moravargas@ucr.ac.cr
Publicado: 2014-10-15
Mantener la calidad de los funcionarios es una de las razones que justifican la inversión universitaria en masa salarial (foto de la Oficina de Divulgación de la UCR con fines ilustrativos).
Una adecuada comprensión de la relación entre la sostenibilidad financiera de la Universidad de Costa Rica (UCR) y su régimen salarial requiere conocer que este tiene dos componentes básicos: los que crecen de forma automática y aquellos que se alcanzan como resultado del desempeño y los logros individuales, con base en factores como los títulos universitarios obtenidos, producción académica y profesional, dedicación exclusiva y conocimiento de idiomas extranjeros. En otras palabras, podemos categorizar los incentivos salariales en dos tipos: los que crecen de forma automática y los que corresponden a méritos personales.
Este último componente no solo es fundamental para cualquier universidad que pretenda atraer y retener un recurso humano altamente calificado, sino que todos los estudios hechos indican que no representa riesgo alguno para la sostenibilidad financiera institucional. Todo lo contrario, este indicador se comporta de forma estable y es uno de los elementos cruciales en permitir que la UCR sea, al día de hoy, uno de los principales centros de producción y transmisión de conocimiento de América Latina y se ubique en un lugar de privilegio en el ranking mundial de universidades.
En cuanto al componente que crece de forma automática y vegetativa, este también se conforma de diversos elementos. Los análisis realizados por la administración universitaria evidencian que también se comportan de forma estable y no constituyen un disparador significativo del gasto. La excepción lo constituye las anualidades.
Desde hace más de dos décadas, la institución, mediante acuerdo del Consejo Universitario de 1992, estableció como norma que la masa salarial no debe exceder el 80% del presupuesto. Este acuerdo se ha cumplido estrictamente, siendo la UCR una de las pocas instituciones en autoimponerse y respetar un límite al gasto en salarios. En el 2013 la proporción de la masa salarial dentro del presupuesto de fondos corrientes representó el 72,13%, muy por debajo del límite mencionado.
La Universidad de Costa Rica analiza con extremo cuidado el comportamiento de los incrementos automáticos a los incentivos, por la forma como pueden afectar al crecimiento vegetativo de la masa salarial. Las anualidades en particular han adquirido, paulatinamente, una importancia relativa cada vez mayor en comparación con el salario base.
Pese a que la situación todavía no es alarmante, desde la presentación del Informe Anual del Rector en junio pasado, las autoridades universitarias han venido analizando diversas medidas, como lo es el estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) solicitado por la administración, con el fin de prevenir los efectos negativos de un escenario en que el crecimiento de la masa salarial fuera mayor que el aumento de ingresos por el FEES. El estudio actuarial está proyectado hasta el 2050.
Es necesario recalcar que la Administración Superior de la UCR está consciente que se deben tomar decisiones en el corto plazo para garantizar la plena salud económica de la institución. Las estrategias a seguir no deben ser postergadas, pero tampoco deben responder a la improvisación.
Entre otros estudios, actualmente se está realizando un análisis comparativo con otras 14 instituciones públicas para definir el estado de la institución en el tema de masa salarial, los incentivos que ella contempla, y la relación masa salarial/gastos operativos con respecto a otras entidades estatales. Sobre estos temas, el rector ha informado ampliamente y con mucho detalle al Consejo Universitario, al Consejo de Rectoría y al Consejo de Rectoría Ampliado.
Entre otras medidas que se están evaluando, se contempla la transformación del sistema de salarios, de forma que permita mejores sueldos iniciales de contratación, que ahora son muy bajos, pero con una menor aceleración en el crecimiento por concepto de anualidades y escalafones.
La administración universitaria está firmemente comprometida tanto con asegurar la sostenibilidad de las finanzas institucionales como con garantizar salarios, que vayan acorde con la alta formación profesional y académica de sus funcionarios.