José Pablo Ureña, un artista poco común
Publicado: 2013-03-22
El Rector Henning Jensen felicitó al artista José Pablo Ureña, a quien le expresó que “estaremos a la espera de sus nuevos trabajos, seguros de que su obra seguirá los caminos de la reflexión y la innovación hasta ahora demostrados” (foto Laura Rodríguez).
“Las propuestas de José Pablo Ureña son evidencia de que el arte no es solamente una forma excepcional de la creatividad humana. Además de su valor estético, el trabajo artístico es una actividad de investigación realizada con estrategias alternativas de pensamiento, crítica, reflexión y comunicación”, según expresó el rector de la UCR, Dr. Henning Jensen Pennington, en el homenaje que ofreció al artista, quien está exhibiendo una muestra de pinturas en la Galería de la Rectoría y fue galardonado recientemente con el Premio Áncora 2011-2012 en la categoría de Arte Bidimensional.
Su exposición Lo simultáneo en el bodegón está conformada por siete pinturas al óleo, inspiradas en un lugar común: la cocina. Estas obras fueron realizadas como parte de su proyecto de graduación de Licenciatura en Pintura de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica.
En ella se pueden apreciar las obras “Despojos”, “Perpetua”, “Situación crítica II”, “La caída”, “Bodegón crudo”, “La caída (segunda versión)” y “Cocina”.
Sobre esta muestra, el Dr. Jensen indicó que “la investigación realizada en este conjunto plástico, titulado Lo simultáneo en el bodegón, nos propone reflexionar sobre nuestras relaciones perceptuales, pragmáticas y semánticas con objetos que nos resultan cotidianos.
Agregó que “las pinturas de José Pablo Ureña presentan una base material hecha de color, forma y textura, a través de la cual se revela la pluralidad y el dinamismo en que cohabitamos con las cosas, invitando a activar una mirada también plural y dinámica, capaz de indagar y crear, de ejercer esa maravillosa facultad del pensamiento que llamamos imaginación”.
Entre estatismo y dinamismo
Por su parte, el artista señaló que “el ser humano por más de cuatro mil años no ha dejado de representar alimentos, y curiosamente bajo ciertas características recurrentes, lo que hace que una naturaleza muerta de cualquier época se relacione con cualquier otra, condición que encuentro bastante atrayente”.
Añadió que “a partir del género del bodegón, se busca generar una propuesta que indague sobre la forma en que ciertos objetos son capaces de suscitar simultáneamente conceptos que se valoran comúnmente como opuestos”.
También apuntó que “los objetos existen fuera del ser humano pero como prolongaciones del mismo, intermediarios entre éste y sus acciones. Es propio de la percepción de un objeto ir más allá de su mera funcionalidad, pues también se vive de una manera que desborda este hecho. El objeto es, por lo tanto, polisémico: puede sorprender, perturbar, apelar a los sentimientos, provocar la reflexión e incluso incitar al placer de lo infinito”.
“El objeto pintado, inmóvil y silente se debate entre el estatismo y el dinamismo. He ahí lo simultáneo: lo quieto parece querer moverse, lo efímero parece mostrarse perpetuo, el orden parece inquietarse constantemente, lo frágil parece existir conjuntamente a lo intangible; es decir, ciertas dualidades pueden sintetizarse armoniosamente en un objeto”, comentó José Pablo.
María Eugenia Fonseca C.
Periodista, ODI
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